El ir y venir de vecinos por la sala es un no parar, ¿estás contento?
La verdad es que sí, ésta es la mayor recompensa.
¿De dónde viene esta afición a la fotografía?
Cuando llegue al pueblo, esto de la fotografía ya me gustaba, mi padre me regalo mi primera cámara con 19 años y había trabajado de fotógrafo haciendo fotos de producto. Pero, al venir aquí, empecé a trabajar haciendo fotografía social: bodas, bautizos y comuniones, como segunda profesión.
Y a retratar el pueblo, ¿cuándo empezaste? Porque hay mucha gente que tiene cámara, pero ir generando un trabajo como éste, requiere de más interés fotográfico…
Antes, dolía mucho tirar el material y como se decía… por terminar los carretes me daba mis paseos por el pueblo e iba haciendo fotos a las nuevas edificaciones. Y con el paso del tiempo, las innumerables actividades deportivas, festivas y sociales me fueron llamando también la atención, y la verdad es que tengo muchísimo archivo.
Aquí se ven muchas temáticas. ¿Ha sido difícil hacer la selección de las fotografías?
Muchísimo. He estado más de dos años rebuscando entre mis negativos, escaneando y arreglando las fotografías…y hay muchísimo material que se ha quedado fuera…
¿Entonces habrá otra exposición?
De primeras vamos a disfrutar de ésta, que el esfuerzo ha sido mucho y ya veremos, la puerta no se queda cerrada.
Pues lo dicho si queréis ver cómo ha ido cambiando nuestro pueblo en estos últimos 40 años aquí tenéis una muestra.